No
sé sabe si gruñir o rugir, pero es lo que está quedando por hacer si eso malo que
viene ocurriendo en esta sociedad “te toca”.
Hay
que gruñir o rugirle a la gente para que haga su trabajo. Hay que gruñir o rugir para que otro deje de abusar de
alguien. Hay que gruñir o rugir para que se haga justicia. Hay que gruñir o
rugir para que te devuelvan lo tuyo. En fin, si no gruñes o ruges es la
oportunidad esperada por muchos por ahí para tomarte como uno más con quien
pueden hacer…“lo que les venga en gana”.
En
el reino de los animales se incluye al hombre. No hay reino aparte para el
hombre. Sin embargo, lo que lo diferencia del resto de su reino parece ser que
sólo se ciñera a los inventos tecnológicos del cual hace gala de una enorme
capacidad que al rato se desdice o degrada por la conducta del animal no humano
que está ejerciéndola como medio de vida no cotidiano para quien es, naturalmente,
un animal sí, pero “humano”.
Existe
un Patrón de Acción Modal que asemeja las conductas naturales de los animales,
y el hombre no se haya excluido. Eso, lo sabe, estudia, analiza y ejercita “refinadamente”
a consecuencia del aprendizaje y en pro del desarrollo de sus demás y distintas
capacidades “humanas”. Pero, ¿por dónde andará aquel “tanto estudio y tanto desarrollo”
porque no es el privilegio de muchos, sino sólo de algunos o unos cuantos?
Con
mayor intensidad, y si no es que le ocurra a todos, pero si al 99% de quienes
si andamos preocupados por ser mejores personas, el salir a las calles es exponerse
al encontronazo con cuanto tipo va por ahí comportándose como un animal no
humano. Claro está, aquel tipo, no creyéndolo así, puesto que para esos hombres
y mujeres, y de todo lo que he podido oírles decir, lo que los marcaría diferente
a cualquier otro animal es el lenguaje, la dizque inteligencia, el estar parado
en dos patas, el saber manejar una combi, la criollada, lo corpulento que pueda
estar, etc. Mientras a otros, el carro del año, el apellido, la “maestría” o el
vestido de traje que pudieran estar luciendo. Si eso pasa en las calles, pobre
de esa gente buena que tiene que soportarlos en un mismo lugar o centro de
trabajo.
- ¿Qué
hacer?
Si sucede
que el hombre tiene conductas de un animal no humano es porque así se le permite.
Hay la tendencia de creer que todo es un derecho: “yo”, “sólo yo” y “nadie más
que yo”. Lo lamentable es que sea el propio Estado quien lo promueva creyendo
que con eso satisface a la población frente a su incapacidad de no dar la atención
primaria sobre sus necesidades básicas que año tras año la afecta, daña y
deteriora una calidad de vida que no llega nunca a alcanzar. Por ejemplo, se proclama
y se marcha, con bombos y platillos, por “el derecho a la vida”…mientras, hay
quienes andan enfermos, desnutridos y mueren por falta de alimentos. Siguiendo
con el ejemplo, se proclama “el derecho a la seguridad” y no se hace absolutamente
nada por la ausencia de oportunidades para el estudio o trabajo. Miles de
jóvenes están siendo conllevados a renegar de su patria y, acto seguido, a delinquir.
No es lo correcto, ni un pretexto aceptable, pero si una razón suficiente para quien
lo padece.
Hay
mucho por decir y, más, por hacer, pero nadie oye, ni quiere hacer si antes, de
eso, no “hay un arreglo” u “obtención de lo que vaya o pueda repartirse”.
¿Cuánto hay?, ¿cómo es? Si no hay nada: - ¡no pasa nada cuñao! Y, si de
educación se trata: - ¡eso no paga o en eso no se gana cuñao!
Se
habla, se ofrece y se dice estar haciéndose mucho por la educación. Eso será siempre
una mentira si las puertas de las oportunidades sólo se siguen abriendo a dependencia
del lugar donde hayas estudiado.
Mientras
“la justicia” sea sólo para condenar sin ver más allá de su sentido amplio de
justicia para la humanidad, y mientras se crea que es la repartición de derechos,
ésta será injusticia.