jueves, 16 de julio de 2015

GENTE DE… “miércoles”



Que alguien se haya sentido “horrorizado” al leer publicada la frase “el peor enemigo de un peruano es otro peruano”, y por ésta habérsele despertado un repentino patriotismo en defensa de “su gente”, no fue más que un escándalo de quien, en su mayoría, autosatisface el ego y se reconforta al creer que está haciendo un bien a los demás. Entonces, habría que hacerle saber a esa persona que tanto escándalo no fue más que señal de su posible egoísmo al no haber reparado en el sentir y pensar de muchos otros tantos compatriotas a los que les “toca” tener que “soportar”, en su día a día, a tanta gente de.. “miércoles”, y que es otro compatriota. Del mismo modo, al mantenerse distante a las causas de tanta irracional o cavernícola conducta de cada vez más peruanos.

-   ¡Ay, ¿cómo se atreven a publicar que el peor enemigo de un peruano es otro peruano?! – Exclamó un señor.

-        ¡Qué horror!, ¿dónde estamos? – Añadió.

-  ¡Están locos esos publicistas!, ¡unámonos de inmediato en una campaña contra quienes publicaron esa barbaridad! – Aparentemente muy mortificado, terminó por exclamar el señor.

-        ¡Riiiiiing…! – Suena el teléfono del señor.

-         ¡Aloooó…! – Contesta el señor.

-   ¡Papá, papá… me acaban de romper el vidrio de la luna del carro, abierto la puerta y arranchado la cartera, mi Mac y demás! – Gritaba asustada la hija.  
  
-       ¡Esos malditos conch…! – Eufóricamente respondió el señor.

-       ¿Y la policía? – Le preguntó el señor a su hija

-       ¡No había ninguno! – Contestó la hija.

-       ¡Esos hijos de p…! – Eufóricamente respondió el señor.

Tras lo sucedido,  alguien se atrevería a preguntarle a ese señor o a su hija sobre “peruanidad”, “patriotismo”, “ponle corazón”, “¿somos gentiles los peruanos?”, etc. Se atrevería ese mismo señor a preguntarle a su hija sobre el dichoso cartel de “el peor enemigo de un peruano es otro peruano”.

Qué fácil es ver las cosas desde la vereda de al frente, ¿no? Pues, al parecer es así como la mayoría se mantiene ante la desgracia ajena. Y, ante la prosperidad de otros, lo más cercano posible para hacerlos caer en desgracia. No sé si así fue siempre, pero lo que sí sé es que nos toca vivir un tiempo donde a nadie parece interesarle que hayan tantos peruanos convirtiéndose en  Gente de… “miércoles” al seguir decayendo en la irracionalidad, salvajismo, vandalismo, egocentrismo, individualismo, etc.                
            


               

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